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Clasificación 577 WEI 2007
Autor(es) Weisman, Alan
Título(s) Die Welt ohne uns Reise über eine unbevölkerte Erde
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Colegio Alemán de Santiago
Santiago
2007

Notas Nueva DONACIÓN ALEMANA
Resumen Alan Weisman Alan Weisman ist vielfach ausgezeichneter Journalist, berichtet u.a. für »The Atlantic Monthly«, »New York Times Magazine«, »Discover/National Public Radio« und ist Professor für Journalismus und Lateinamerikastudien an der Universität von Arizona. Er lebt in Tucson, Arizona. Der dem Buch zugrunde liegende Artikel »Earth without people« wurde für die renommierte Sammlung Best American Science Writing 2006 ausgewählt.\Alan Weisman's reports from around the world have appeared in Harper's, The New York Times Magazine, The Atlantic Monthly, The Los Angeles Times Magazine, Orion, Wilson Quarterly, Vanity Fair, Mother Jones, Discover, Audubon, Condé Nast Traveler, and in many anthologies, including Best American Science Writing 2006. His most recent book, The World Without Us, a bestseller translated into 30 languages, was named the Best Nonfiction Book of 2007 by both Time Magazine and Entertainment Weekly, the #1 Nonfiction Audiobook of 2007 by iTunes; a finalist for the National Book Critics Circle Award in Nonfiction, for the Orion Prize, and a Book Sense 2008 Honor Book. His previous books include An Echo In My Blood; Gaviotas: A Village to Reinvent the World; and La Frontera: The United States Border With Mexico. A senior producer for Homelands Productions, Weisman’s documentaries have aired on National Public Radio, Public Radio International, and American Public Media. Each spring, he leads an annual field program in international journalism at the University of Arizona, where is Laureate Associate Professor in Journalism and Latin American Studies. He and his wife, sculptor Beckie Kravetz, live in western Massachusetts.\Visit the Author’s Website: http://www.homelands.org/producers/weisman.html Mit atemberaubender Phantasie und basierend auf Erkenntnissen von Paläontologen, Biologen, Geologen, Physikern, Architekten und Ingenieuren zeichnet Alan Weisman ein Bild von einer Erde ohne Menschen: Was bleibt von all dem, was die Menschheit geschaffen hat, von unseren Häusern, Kirchen und Tempeln, den Städten, Staudämmen, Industrieanlagen, Feldern und Haustieren? Wo wird die Natur wieder, wie sie ursprünglich war? Ein faszinierendes Szenario, eine Hommage zugleich an die Macht der Natur und alles Menschenmögliche.\Angenommen, die Menschheit verschwindet von einem Tag auf den anderen von unserem Planeten: Welche Spuren hinterlassen wir auf der Erde? Alan Weisman beschreibt, wie die Welt ohne uns der Auflösung anheimfällt, wie unsere Rohrleitungen zu einem Gebirge reinsten Eisens korrodieren, warum einige Bauwerke und Kirchen womöglich als letzte Überreste von Menschenhand stehen bleiben, wie Ratten und Schaben ohne uns zu kämpfen haben und dass Plastik und Radiowellen unsere langlebigsten Geschenke an den Planeten sein werden. Schon ein Jahr nach unserem Verschwinden werden Millionen Vögel mehr leben, weil die Warnlichter unserer Flughäfen erloschen sind. In 20 Jahren werden die großen Avenues in Manhattan zu Flüssen geworden sein. Unsere Häuser halten 50, vielleicht 100 Jahre. Großstädte in der Nähe von Flussdeltas, wie Hamburg, werden in 300 Jahren fortgewaschen. Und nach 500 Jahren wächst Urwald über unsere Stadtviertel.\Mehr dazu unter: www.worldwithoutus.com\Sinopsis: El libro está dividido en 19 capítulos, con un prólogo, bibliografía, e índice. Cada capítulo trata de un nuevo tema, tales como los destinos potenciales de los plásticos, infraestructura petrolera, medios nucleares, y obras de arte. Está escrito desde el punto de vista de un periodista científico, con explicaciones y testimonios que apoyan sus afirmaciones. No hay ninguna apreciación global tratada en un solo capítulo, que cohesione o unifique su tesis.\\El análisis de Weisman se enfoca en dos temas: ¿cómo la naturaleza reaccionaría a la desaparición de humanos y qué legado que los humanos quedaría? Para prever cómo la vida podría continuar sin humanos es que Weisman examina áreas donde el ambiente natural existe con una mínima intervención humana, tales como el bosque Bialowieza, el arrecife Kingman, y el atolón de Palmyra. El autor entrevista al biólogo E. O. Wilson y visita a los miembros de la Federación coreana para el Movimiento Medioambiental de la zona desmilitarizada de Corea, donde los pocos humanos existentes han penetrado desde 1953. Intenta concebir cómo la vida puede evolucionar describiendo la evolución pasada de plantas y animales prehistóricos, pero Douglas Erwin advierte que “nosotros no podemos predecir lo que el mundo será después de 5 millones de años mirando a los sobrevivientes”. Se dedican varios capítulos a la megafauna, que Weisman predice proliferaría. Analiza las muestras de la tierra de los últimos 200 años y extrapola las concentraciones de metales pesados y las substancias extrañas en un futuro sin industrias. Analiza cómo el anhídrido carbónico se nivelaría en la atmósfera y las implicaciones que tendría para el cambio climático.\\Con el material de sus artículos anteriores, Weisman examina el destino de la civilización maya para ilustrar la posibilidad de una sociedad atrincherada que desaparece y cómo el ambiente natural oculta rápidamente la evidencia de su existencia. Para demostrar cómo la vegetación podría afectar las estructuras humanas, Weisman entrevista a expertos hidrologistas y empleados del Canal de Panamá, donde es necesario un mantenimiento constante a fin de alejar la vegetación selvática y evitar que el cieno obstruya los diques. Para ilustrar de ciudades abandonadas que sucumben a la naturaleza, Weisman echa mano de Chernobyl, Ucrania, y Varosha, Chipre, abandonados en 1986 y 1974, respectivamente. Weisman encuentra sus estructuras dañadas por el tiempo, y ve cómo nuevas formas de vida crean nuevos hábitats. En Turquía, Weisman contrasta las prácticas de construcción de la creciente Estambul, típica de las ciudades grandes en países menos desarrollados, con las ciudades subterráneas de Cappadocia. Debido a la gran demanda por vivienda en Estambul, la ciudad se desarrolló rápidamente con cualquier material disponible, lo que podría provocar el derrumbe en un terremoto de magnitud u otro desastre natural. Cappadocia se construyó hace miles de años sobre los materiales de un volcán, y es probable que sobreviva durante largos siglos.\\Weisman utiliza a la ciudad de Nueva York como un modelo de cómo el área urbana habría de destruirse. Explica que las alcantarillas se taparían de basura, que los canales subterráneos inundarían los corredores del metro, y que las tierras bajo los caminos se corroerían y hundirían. De las entrevistas con los miembros de la Wildlife Conservation Society, y la New York Botanical Gardens, Weisman predice que la vegetación nativa y las especies sobrevivientes se extenderían desde los parques. Sin humanos que proporcionen comida y calor, las ratas y las cucarachas se extinguirían.\\Weisman explica que una casa común empezaría a caerse a pedazos, por las goteras que caerían desde el tejado, y que corroerían la madera y oxidaría los clavos, mientras que las paredes se combarían y eventualmente se derrumbarían. Después de 500 años, todos lo que quedaría serían partes del lavaplatos de aluminio, los artefactos de cocina de acero inoxidable y los envases plásticos. La evidencia a largo plazo de presencia humana en la Tierra serían los materiales radiactivos, las cerámicas, las estatuas de bronce, y la montaña Rushmore. En el espacio, sólo quedarían las placas doradas de la sonda Voyager, y las ondas radiofónicas que durarían más que la propia Tierra.\\Alejándose del tema del medio ambiente después de los humanos, Weisman analiza qué podría llevar a la desaparición súbita y completo de los humanos sin un daño serio a todo lo construido y al ambiente natural. Tal escenario, concluye, es sumamente improbable. También analiza en este punto al Voluntary Human Extinction Movement (Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria, VHEMT en sus siglas en español), y la obra de John A. Leslie “The End of the World: the Science and Ethics of Human Extinction” (“El fin del mundo: la ciencia y ética de extinción humana”. Weisman concluye el libro considerado una nueva versión de la política del “hijo único”. Mientras él admite que es “una medida draconiana”, declara que “El fondo del asunto es que cualquier especie que sobrepasa los recursos de que dispone sufre una caída de su población. Limitar nuestra reproducción sería difícil, pero limitar nuestros instintos pueden ser aún más duro”. Weisman respondió a las crítica por estas afirmaciones señalando que “supe de antemano que yo tocaría la sensibilidad de algunas personas planteando el problema de la población, pero lo hice porque se ha alejando mucho de la discusión el tema de cómo nosotros debemos tratar nuestro crecimiento económico y demográfico”.\\ Recepción del libro www.worldwithoutus.com www.worldwithoutus.com
Descripción 378 p.

 

 
 
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