Resumen |
“Olvídate de la preocupación”, canta Balú, el oso, en la película mundialmente conocida de Disney, El libro de la selva. Pero quien tome en sus manos la obra original de Kipling aprenderá que las cosas no están libres de preocupación en la selva. Mowgli, el niño criado por lobos, aprende la ley de la selva de sus dos mentores, el oso y la pantera. Debe salir avante de numerosos conflictos con el tigre Shere Kan, la manada de lobos y, finalmente, incluso con gente supersticiosa. Al igual que Mowgli, que tiene que superar varias pruebas en su transición a la edad adulta, también tienen que hacerlo algunos otros héroes animales en otras historias. Pronto queda claro que la vida en la selva no es nada fácil. Rudyard Kipling era un representante del imperialismo británico. Su patriotismo, que surge abiertamente en algunas historias, y su creencia en el mando y la obediencia resultan a veces algo extraños y han molestado a muchos críticos. A pesar de eso los cuentos de la selva de Kipling sobre la amistad, la preservación y la aventura merecen ser leídos. |