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Clasificación |
893 MOR 2010
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Autor(es) |
Mortenson, Greg
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Título(s) |
Tres tazas de te:La lucha de un hombre por promover la paz, escuela a escuela
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Edición
Editores
Lugar de Edición
Fecha de edición |
Roca
Buenos Aires
2010
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Notas |
Nueva COMPRA
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Resumen |
Greg Mortenson, el próximo Premio Nobel de la Paz (I) \17 Mayo 2009 - 20:09 - Autor: José Antonio Ritoré\Hasta el próximo mes de octubre el Instituto Nobel Noruego no dará a conocer su elección de entre las 205 candidaturas presentadas al Nobel de la Paz. Pero estoy seguro de que si lees Tres tazas de té te convencerás de que este señor estadounidense llamado Greg Mortenson ha hecho suficientes méritos para recibirlo. ¿Quién es Greg Mortenson? Un tipo normal, un enfermero, amante del alpinismo, que ha construido 78 escuelas para 33.000 niños en Pakistán y Afganistán.\Al enfrentarse a este tipo de personajes y de historias, uno siempre teme que haya más marketing que realidad, pero esa primera barrera la salva el autor del libro, el periodista David Oliver Relin, que en el primer capítulo deja muy claro que Mortenson es un tipo absolutamente humilde, al que no le gusta hablar de sus logros. Es más, Relin empieza por los defectos y cuenta que estuvo a punto de dejar el proyecto por la insoportable impuntualidad de Mortenson, característica forjada en sus 14 años de vida en Tanzania, África, donde el tiempo, como en el resto de países del continente, fluye a otro ritmo. “Vosotros los europeos tenéis el reloj, nosotros los africanos, el tiempo”, es un dicho que recoge el periodista Xavier Moret en su libro A la sombra del Baobab.\El caso es que Greg Mortenson es un apasionado del alpinismo que en 1.993, cuando tenía 36 años, tras un fallido intento de ascensión al K2, acabó perdido y enfermo en una aldea, Korphe, del norte de Pakistán. Allí descubrió que los niños no disponían de lo mínimo para aprender a leer y escribir, no tenían ni siquiera un techo y sus lápices eran palos que mojaban en barro. Después de unos días en los que todos en la aldea le acogieron como a un hijo y le ayudaron a recuperarse, Mortenson prometió que volvería para construir una escuela. 16 años después, Mortenson ha creado 78 escuelas en Pakistán y Afganistán para 33.000 niños, venciendo todo tipo de dificultades. ¿Cómo un tipo corriente, sin un dólar en el banco, consigue algo así? Eso es lo que os voy a contar en este y otro próximo post y eso es lo que se describe en Tres tazas de té, un best-seller que lleva 119 semanas en la lista de los libros más vendidos que elabora el New York Times.\Nació en Minnesota, pero a los tres meses ya estaba en Tanzania, donde sus padres, misioneros luteranos, acudieron para ejercer como maestros y para poner en pie el Centro Médico Kilimanjaro, uno de los principales hospitales del país. En África nació Christa, la más pequeña de la familia, que contrajo una meningitis de la que nunca se recuperó y por la que murió con 23 años, sin conocer los logros de su hermano.\Christa es clave en la vida de Greg Mortenson, él se erigió en su protector y dedicó buena parte de sus esfuerzos esos años (licenciatura en enfermería, estudios en neurofisiología de la epilepsia) en buscar soluciones a su enfermedad. Greg Mortenson llevaba como amuleto en su fallida ascensión al K2 un collar de ámbar que perteneció a Christa, la figura de su hermana aparece en numerosos momentos del libro, especialmente al principio, cuando compara su perseverancia con la de los niños pakistaníes “Me recordaban al modo en que Christa tenía que luchar por las cosas más sencillas. Y también al modo en que perseveraba, sin importarle lo que le depararía la vida.” En Christa, encontramos la razón del altruismo de Greg Mortenson. A veces parece que en Greg se cumple la regla de William, pero en un nivel que el biólogo Hamilton no contempló: todas las acciones de Mortenson parecen inspiradas por la figura de Christa, aunque ella no pudiera disfrutarlas.\De vuelta en San Francisco, EE.UU, Greg Mortenson empieza su odisea para conseguir los 12.000 dólares con los que construir su primera escuela. Sus recursos: un Buyk Buick color burdeos al que bautiza como La bamba, y que será su casa hasta que consiga reunir el dinero para volver a viajar hasta Korphe, y la ayuda de Syed, un pakistaní, propietario de la tienda en la que Mortenson alquila el ordenador con el que escribe 580 cartas dirigidas a periodistas y personalidades del país. “Empleando materiales autóctonos y la mano de obra de los artesanos de la zona, estoy seguro de que la escuela podría levantarse por 12.000 dólares” rezaba uno de los párrafos de la carta. Seis meses después solo había respondido un antiguo compañero de fútbol en la Universidad de Dakota del Sur.\Pero su suerte cambió cuando Tom Vaughan, compañero en el Hospital Universitario de San Francisco (Greg trabajaba en urgencias) y amante del alpinismo, escribe un artículo sobre su proyecto en la revista de la Fundación Americana del Himalaya. En este punto entra en escena el Dr. Jean Hoerni, otro apasionado del Karakorum, y uno de los pioneros de Sillicon Valley, un tipo con el suficiente dinero e intuición para apoyar a Mortenson: “Si te doy dinero para tu escuela, ¿no pensarás largarte a alguna playa de México, a fumar hachís y a tirarte a tu novia, ¿verdad?”, le preguntó Hoerni en su primera conversación.\Con el cheque de Hoerni en el bolsillo (adornado con este mensaje “No la cagues. Saludos. J.H”) y los 500 dólares que sacó al vender La bamba, Greg Mortenson empezaba el proyecto de su vida, el proyecto con el que honraba la memoria de su hermana Christa, el proyecto por el que, quizás, reciba, el próximo Premio Nobel de la Paz. Tres tazas de té es una conmovedora historia de un hombre que descubrió el arma más eficaz para luchar contra el terrorismo: construir escuelas.\En 1993, el alpinista Greg Mortenson regresaba de un intento fallido de alcanzar la cumbre del K2. Exhasuto y desorientado, acabó desviándose del camino de descenso y alejándose de su grupo, para vagar perdido por una de las zonas más desoladas del norte de Pakistán. Solo y sin comida, agua o una tienda en la que protegerse, se encontró de pronto en una pobre aldea donde le cuidaron hasta su recuperación. Durante su estancia, Mortenson vio a los níños de la alda, sentados a la interperie, repasar sus lecciones escribiendo con un palo en el suelo embarrado. El pueblo era tan pobre que no podía permirtirse pagar el salario de un profesor local. Antes de regresar a casa, el alpinista les prometió volver y construir una escuela. De aquella promesa nació una de las campañas humanitarias más increíbles de la historia: la misión de un hombre de luchar solo contra el extremismo y llevar la esperanza a los lugares más recónditos de Asia Central.\La verdadera e increible historia de un hombre y su campana humanitaria en territorio taliban.\“Aquí [en Pakistán y Afganistán] bebemos tres tazas de té para hacer negocios; la primera eres un extraño, la segunda te conviertes en amigo y la tercera eres parte de la familia, y por la familia estamos preparados a hacer lo que sea —incluso a morir”. —Haji Ali, jefe del poblado Korphe, montañas Karakoram, Pakistán. http://www.gregmortenson.com/ http://www.gregmortenson.com/ |
Descripción |
413 p. |
Copias
No de registro | Status | Lugar |
10456 |
Disponible | LC |
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