|
Clasificación |
800 ZSCH 2004
|
Autor(es) |
Zschirnt, Christiane
|
Título(s) |
Libros todo lo que hay que leer
|
Edición
Editores
Lugar de Edición
Fecha de edición |
Taurus
Buenos Aires
2004
|
Notas |
No Conocido COMPRA
|
Resumen |
En el centro de nuestra cultura se encuentran los libros, que han guardado el saber de Occidente durante siglos y lo han transmitido a las siguientes generaciones. Los libros han cambiado el paso de la Historia universal, han abierto nuevos horizontes y han puesto a disposición de un amplio público los conocimientos de filósofos, poetas, científicos y artistas. \Para remediar el abandono que está sufriendo la cultura en los últimos tiempos debido a un exceso de información combinado con un déficit de conocimientos, Christiane Zschirnt ha desempolvado una serie de obras imprescindibles en las que se recoge el saber del mundo occidental. Pero no se ha limitado a elaborar una lista de libros, sino que los ha sacado de las estanterías y los ha limpiado del academicismo que les resta atractivo a los ojos de algunos lectores. De esta forma, la autora ha democratizado la cultura, la ha hecho accesible a todos. \Con Libros. Todo lo que hay que leer no se pretende crear un nuevo canon, sino presentar una serie de libros que nos ayuden a comprender la complejidad de la sociedad moderna: desde la Biblia hasta Harry Potter pasando por Leviatán, desde Shakespeare hasta Beckett pasando por Balzac, desde Lope de Vega hasta Cela pasando por Borges y Juan Rulfo. Por eso, Christiane Zschirnt no los ha clasificado cronológicamente, sino por temas que afectan nuestra vida cotidiana como el amor, la política, el sexo, la economía, las lecturas escolares, el ciberespacio... En suma, una brújula para navegar por el mundo de los libros, con introducción de Dietrich Schwanitz, autor de La cultura. Todo lo que hay que saber.\Opinión y Análisis\Carta a los Editores\Justificación lista Zschirnt\Francisco Kerdel Vegas\ Jueves, 24 de noviembre de 2005\La erradicación del analfabetismo absoluto, el cierre de la brecha digital, etc., son pasos necesarios y consecutivos para culturizar el país, y de esa manera intentar desarrollarnos económica, social y políticamente, pero hace falta orientar a los estudiantes, e incluso a la población adulta, en “todo lo que hay que leer”. Esa ingente e importantísima tarea se la autoasignado la filóloga alemana, Dra. Christiane Zschirnt, profesora de la Universidad de Hamburgo en su obra, “LIBROS: Todo lo que hay que leer” (traducción al español de Irene Pèrez Michael, Editorial Taurus, Madrid, Bogotà, 2004), donde en \351 páginas nos hace una excelente síntesis de los 102 libros, que de acuerdo con su ponderado e informado criterio, forman el acervo cultural de la humanidad (específicamente de la civilización occidental), desde Homero hasta Joanne Rowling con su Harry Potter. \Lo notable de este libro es que además de darnos una síntesis del argumento de cada uno de los 102 libros escogidos, nos explica su importancia y originalidad, coloncándolo dentro de un contexto histórico; en otras palabras, es una especie de abrebocas, que nos induce a leer la obra en su integridad, cuando el tema y sus implicaciones son de nuestro interés. \De manera pedagógica esos 102 títulos han sido agrupados según su temática en 15 categorías, a saber: 1) Obras que describen el mundo, 2) Amor, 3) Política, 4) Sexo, 5) Economía, 6) Mujeres, 7) Civilización, 8) Psique, 9) Shakespeare, 10) Modernos, 11) Clásicos triviales, 12) Libros de culto, 13) Utopía: Cibermundo, 14) Clásicos escolares, y 15) Niños. \Desde luego, todo intento de selección y jerarquizaciòin, especialmente en el tema literario, es siempre altamente subjetivo, y por tanto este intento será siempre objeto de críticas y descalificaciones, pero con todos los defectos que tenga, es una valiosa guìa … una brújula muy útil para adentrarnos en ese océano proceloso. \Por razones que desconozco, este libro escrito originalmente en alemán (“Bucher: Alles, was man lessen muss” y publicado por Eichborn Ag de Frankfurt am Main en 2002), y ya difundido en otras lenguas, aún no ha sido publicado en inglés. \Creo que esta circunstancia es favorable, debido a que siendo la autora alemana (con doctorado en Zurich) no podrá ser acusada de parcialidad hacia los anglosajones (algo tan de moda hoy en día) y respetarán su criterio y autonomía de pensamiento. \Estoy de acuerdo con la autora cuando afirma en la introducción de su obra: \“Inundados de información, padecemos, a la vez, déficits de conocimiento. \Esta combinación se define usualmente con la expresión “sabiduría de expertos” y se lamenta la existencia de “idiotas especializados”. Injusta calificación si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad que precisa conocimientos específicos. Por eso, no es reprochable ser un especialista. \El problema radica en que no es suficiente. El saber específico no es saber cultural.[1] Con aquel no es posible comprender la propia cultura. El que sabe todo lo que hay que saber sobre márketing, astrofísica, maíz genético o diseño de páginas web, no sabe sobre los orígenes de la democracia o del capitalismo, sobre el concepto del amor o la creación de la civilización.” \El argumento se reduce pues a saber si necesitamos eso que llamamos “cultura” y si procurarla para nuestra población es algo que verdaderamente vale la pena. Es evidente que personalmente no lo pongo en duda y sólo tendremos un país civilizado, desarrollado, democrático, tolerante, cuando nos “culturicemos” por éste y otros medios. \Por otra parte cuando nos enteramos, en forma reiterada, de los grandes esfuerzos que se están haciendo en este mismo momento por digitalizar las grandes bibliotecas del mundo, nos preguntamos, ¿por qué no iniciarnos en este ambicioso programa de digitalizar a miles y hasta millones de libros -y por tanto poner a disposición de quienes tengan acceso a computadoras e Internet-, con estos 102 volúmenes que han acumulado suficientes méritos como para ser los primeros en obtener la distinción de constituir el núcleo de “lo que hay que leer”. \La gran mayoría de ellos, por el tiempo de su publicación, ya no requieren regalías de ningún tipo, y ya existen en su traducción al español (cuando no fueron escritos originalmente en nuestra lengua, como es la gran mayoría). \Utilizar la obra de la Dra. Zschirnt como libro de texto de literatura en los estudios secundarios tendría sentido, pues si se emplea masivamente su costo se haría accesible. Una vez que los estudiantes se hayan familiarizado íntimamente con su contenido, podrían acceder por Internet a la lectura en detalle de los originales que más les interesen, o que sus profesores les sugieran como tarea escolar. \Cada país podría incluir 10 títulos adicionales de su literatura vernácula, para así reforzar la identidad nacional, construir la necesaria autoestima de una determinada sociedad, y contribuir de paso a la recomendable diversidad. \SÍ de algo no tengo dudas es de que si lográsemos que todos nuestros jóvenes se familiarizaran con estos libros, y que con esos fundamentos construyeran su propio andamiaje cultural, en pocos años tendríamos una sociedad más abierta, más tolerante, más democrática, más capaz de encontrar el sendero adecuado para su progreso, avance y en la consecución de los objetivos que nos tracemos de común acuerdo. \Recibe un gran abrazo de, \Francisco Kerdel Vegas |
Descripción |
351 p. |
Copias
No de registro | Status | Lugar |
20245 |
Disponible | LC |
|
|
|