Resumen |
Alpatacal, Historia y Legado\Con motivo de cumplirse los 80 años de la tragedia de Alpatacal, en la provincia de Mendoza, República Argentina, la Escuela Militar Bernardo O´Higgins cursó una gentil invitación al Club de Rodeo Chileno Gil Letelier al lanzamiento del libro titulado Alpatacal, historia y legado, realizado el reciente viernes 3 de agosto en la capital de esa provincia trasandina. La obra, escrita por el joven oficial en retiro y profesor de esa casa militar, licenciado Luis Valentín Ferrada Walker, relata y rememora aquella fatal travesía de 1927 en que murieron 14 cadetes chilenos y 18 funcionarios ferroviarios argentinos\El acto de lanzamiento se llevó a cabo en el auditorium del diario Los Andes de Mendoza y estuvo presidida por el Director de la Escuela Militar, Coronel Humberto Oviedo Arriagada, acompañado del autor del libro y del Cónsul General de Chile en Mendoza, Sr. Eduardo Bonilla Menchaca. También concurrieron desde Chile el Jefe de Educación Militar, Teniente Coronel Hernán Ramírez Coydan, dos capitanes y un selecto grupo de cadetes de la Escuela Militar. Entre los invitados se encontraban presentes altas autoridades de Gobierno, Justicia, Educación y Cultura de la provincia de Mendoza, de connotados historiadores locales, miembros de la Federación Gaucha de Mendoza, público en general y una delegación del Club del Rodeo Chileno Gil Letelier, a cargo de su presidente Rodolfo Morales Ríos.\La actividad se desarrolló dentro de un clima de emocionante respeto y admiración por aquellos jóvenes que, pese a la adversidad, cumplieron la misión encomendada de presentar honores, en Buenos Aires, al militar, historiador, escritor y ex Presidente de la República Argentina, Bartolomé Mitre (1821-1906).\Durante el lanzamiento de la obra, el Cónsul General de Chile destacó en forma expresa en su alocución la presencia de la delegación del Club Gil Letelier. Presencia que tiene su génesis en el interés que ha tenido esta institución, producto de su constante participación y relación con los gauchos de Mendoza y del ferviente deseo de poner en valor al interior del ambiente huaso chileno, la odisea de aquellos jóvenes muchachos que perdieron su vida aquella madrugada del 7 de Julio de 1927, y de la restitución del monumento que indica el lugar exacto de la tragedia, dada su desaparición desde hace aproximadamente 1 año.\Los lazos afectivos, de mutua colaboración y de interés común entre ambas instituciones criollas, ha creado desde hace ya algunos años un ambiente propicio para que, más allá de las actividades deportivas y culturales, se generen valiosas iniciativas que propenden al afianzamiento de la hermandad entre ambos pueblos. \La iniciativa de la Escuela Militar de lanzar tan significativa obra en tierra argentina representa a todo el Ejército de Chile y por ende a nuestro pueblo. Lamentablemente, las nuevas generaciones no dominan la historia de la tragedia de Alpatacal, lo que ha motivado el fuerte interés del club de rodeo capitalino por reposicionar, al menos dentro del medio al cual es afín, los hechos que enlutaron a ambos países y que los ha unido más aún, con claras muestras de gratitud y hermandad. \Este loable propósito da clara cuenta del enorme cariño por la Patria que experimenta el Club Gil Letelier y de como, a través de sus vínculos de reciprocidad con la Federación trasandina, se producen instancias de estrecho acercamiento y de profundo respeto por aquellos hechos donde la historia ha cruzado el destino de ambas naciones.\El Club de Rodeo Chileno Gil Letelier, desde hace más de cincuenta años ha tenido un especial acercamiento con el Ejército de Chile, especialmente durante la Parada Militar que celebra sus Glorias y que se reitera año a año. Esta institución huasa no podía, ni quería mantenerse al margen del recuerdo y homenaje a aquellos jóvenes militares chilenos que dejaron su vida cuando intentaban cumplir con su misión. Así fue como recibió la honrosa invitación, por parte de la Escuela Militar para acompañarles en este importante y significativo acto, donde las palabras de su principal orador, coronel Humberto Oviedo Arriagada, calaron hondo en el sentir de los invitados y en los propios oficiales y cadetes que le acompañaron. \Pero eso no fue todo. El día anterior, se realizó en la Casa de Gobierno de la provincia mendocina, donde reposa la bandera original del Ejercito Libertador, una ofrenda floral con nuestro pabellón, que fuera depositada por el general inspector del Ejército de Chile, Sr. Eduardo Aldunate Hermann, acompañado del Director de la Escuela Militar y del Ministro de Seguridad de la provincia de Mendoza, en representación del Gobernador. \Horas más tarde, a 150 kms. al oriente de la capital provincial, en el Departamento de La Paz, la comitiva de la casa de estudio militar y de los huasos chilenos, fue recibida por el Intendente, Sr. Abel Pinto, quien presentó en el auditorium local el emotivo documental argentino Caballos en LLamas, que resume los hechos de Alpatacal.\A raíz de la tragedia el pequeño poblado de Alpatacal cambió su nombre, pasándose a llamar Cadetes Chilenos, en homenaje a los mártires que dejó el desastre ferroviario que se produjo a escasa distancia de sus construcciones. Hoy, dicho pueblito alberga sólo el recuerdo, pues con el paso del tiempo sus moradores fueron migrando hacia otras latitudes.\Pocos años más tarde se irguió en el lugar preciso del accidente, una hermosa escultura en bronce y fundida en Francia, llamada El Dolor ante la Fatalidad, obra del artista argentino Alberto Lagos, que mostraba la figura de una mujer, empinada en sus pies descalzos, mirando hacia el extenso horizonte que ofrece la pampa de Cuyo, y cuya imagen, más conocida como La Chilena, fuera símbolo de la tragedia. Ésta se mantuvo emplazada en ese lugar hasta el año 2006, para luego desaparecer bajo un manto de misterio, por obra de inescrupulosos que seguramente buscaron rédito en aquellas 2,5 toneladas de metal, agraviando el sentir de ambos países hermanos.\Finalmente, el día sábado, tras la gestión de los huasos chilenos y de la permanente disposición de Roberto Petri, Presidente Honorario de la Federación Gaucha de Mendoza y propietario de la Cabaña Tulumaya, en el Departamento de Rivadavia, la comitiva militar tuvo oportunidad de interiorizarse del quehacer de los gauchos mendocinos, de sus habilidades sobre el caballo y disciplinas ecuestres, su gastronomía, su música y sus danzas. Este encuentro contempló también una muestra de las paleteadas argentinas y de como el Club Gil Letelier, junto a la Federación Gaucha, ha sentado un paradigma de integración entre ambos pueblos a través del caballo, el folclore, el deporte criollo y el cultivo de una historia común.\Militares chilenos, huasos y gauchos convertidos en uno solo, compartiendo el vino de la amistad y recordando con sincero recogimiento a esos 14 jóvenes que dejaron su sangre y sus vidas intentando cumplir una misión de paz, allá en Cadetes Chilenos, allá en Alpatacal. |